En el 2001, la bióloga marina Silvia Maciá y su esposo se encontraban investigando en las playas de Jamaica. Una mañana vieron un banco de lo que en un principio creyeron peces saltando entre las olas. Al acercarse, descubrieron que eran calamares que parecían impulsarse en el aire.
La investigadora explicaba: "A partir de nuestras observaciones, parecía que el calamar no sólo saltaba sino que era capaz de prolongar su vuelo"... "Incluso, uno de nuestros co-autores los vio realmente batiendo sus aletas. Algunas personas han visto chorros de agua durante ese vuelo. Sentimos que "vuelo" es más adecuado, ya que implica un comportamiento activo"
Hace unos días aparecían por primera vez unas fotografías en las que se demostraba que estos calamares no sólo saltaban entre las olas, sino que son capaces de impulsarse mediante chorros de agua realizando así un desplazamiento aéreo que se podría considerar "vuelo". Son capaces de impulsarse literalmente en el aire, con una especie de "propulsión a chorro", dejando tras de sí una estela de agua.
El explorador Bob Hulse en el 2009 en una serie fotográfica demuestra cómo cerca de dos docenas de calamares de alta mar superan distancias en vuelo de varias veces su longitud corporal. Para ello utilizan como plano de sustentación las aletas laterales del extremo de su cuerpo, que tiene forma de torpedo, así como las finas membranas entre los tentáculos extendidos. Además, los animales consiguen el impulso soltando una potente efusión de agua a gran velocidad.
El investigador de cefalópodos Richard Young, de la Universidad norteamericana de Hawai explica que mientras los peces mueven sus aletas para avanzar en el agua, el principio de propulsión por reacción que aplican los calamares funciona tanto en el mar como en el aire. Durante el vuelo, sin la fricción del fluido, la impulsión es incluso más efectiva.
Ron O‘Dor, especialista en el estudio del movimiento progresivo del calamar en la Universidad de Dalhousie en Halifax (Canadá), cree que algunos calamares de alta mar utilizan la estrategia del vuelo no sólo para emprender la huída, sino posiblemente porque esta modalidad de avance supone un considerable ahorro de energía.
Mar, me parecía raro lo de las serpientes pero esto de los calamares aún más.
ResponderEliminarHola Mar ahora solo falta que vuelen los delfines y los tiburones , porque cualquier día vemos volar a que se yo.
ResponderEliminarHa por cierto hice un blog de canciones cuando puedeas lo miras y me dices si esta chulo. Chao y mejorate.
Hola Mar, espero que te mejores rápido, esta mañana te eché de menos.
ResponderEliminarbesos.
Muy chulo Patri. Queda muy elegante el fondo negro. Ya estoy mejor, hoy nos vemos
ResponderEliminarSergio, muchas gracias. Te veo en...15 minutos.
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